Racing gana el primer título del profesionalismo En 1949 se solucionó el conflicto que determinó la huelga de jugadores el año anterior (del que quedaron hondas huellas), ya que la gran cantidad de jugadores calificados que se fueron provocó una enorme disminución en la calidad de varios equipos. Racing, en cambio, no sintió esta fuga, ya que no se fue ninguno de sus futbolistas, quienes disfrutaban de los favores del entonces ministro de Hacienda, Ramón Cereijo, ferviente simpatizante del club de Avellaneda y su virtual conductor. El le concedía a los jugadores ventajas que no tenían los futbolistas de otras instituciones. A favor de ello, pero también de la capacidad del equipo, Racing ganó el primer campeonato de la era profesional. La nota insólita la produjo Boca Juniors, no sólo por su pésima campaña en la que se salvó del descenso en la última fecha, sino también porque a pesar de cumplir performances desfavorables, figuró primero en la tabla de recaudaciones, hecho demostrativo de su extraordinaria popularidad. La nota vergonzosa fue dada por el Tribunal de Penas, que en una decisión que ignoró el reglamento, negó que Huracán se hubiese retirado de la cancha (hecho que vieron las 60.000 personas que presenciaban el partido) en un cotejo contra Lanús en el que se definía el descenso. Por este motivo, correspondía darle el partido por perdido con el consiguiente descenso del club del Parque de los Patricios. Pero todavía se mantenía el malsano principio de favorecer a los más poderosos (Huracán "no podía" descender) y se estableció que debía jugarse otro partido que dio como resultado lo que se pretendía: que descendiera Lanús. Este año se vendieron casi tantas entradas como en 1947, pero con 66 partidos más, por lo que el promedio disminuyó a 11.516 entradas por partido. Por disposición del Comité Ejecutivo fueron ascendidos Atlanta y Ferro Carril Oeste.